Wednesday, June 10, 2009

La novela del mar


Moby Dick es la novela de la ballena. Juro que leí Moby Dick cuando tenía 12 años, y era un librito de no más de 100 páginas en una edición de bolsillo que circuló con Condorito.

Es lunes en La casa y alguien toca el timbre al medio día. Una señora llega con tres cartones de libros para donar; los libros eran de una tía que se ha muerto, y aquí están, sobre las mesas de los talleres. Al abrir el primer cartón empieza mi primer estornudo, pero disimulo bien mi alergia a los ácaros, así que sigo agradeciendo por el detalle de haber traído hasta este lugar los libros. En el garaje, 5 cajas más de quien fuera Rafael Guerrero Valenzuela, esperan por una inspección.

Las personas que aman los libros siempre piensan en el destino que tendrán. ¿Qué hacen los libros del radiodifusor en mi casa? Mi prima hermana se casó con su nieto, por ahí podría haber una explicación. Una vinculación que me hace pensar en el mejor sitio para que estos libros valiosos se queden definitivamente.

En los tres cartones de la señora encuentro La Ilíada en inglés. Esa es una curiosidad, pero también encuentro una edición de lujo de Moby Dick, pero esta tiene como 300 páginas y la separo para leer el libro que una vez me cautivó. Empiezo y no puedo creer que un libro brutal yo lo haya recibido como una inocente historia en la que la ballena es una protagonista.

Ishmael se llama el aventurero que nos contará en primera persona su aventura o la leyenda de este gran cachalote con sed de venganza. Las increíbles descripciones de la época y todas las referencias bíblicas me abren un mundo desconocido.

"Supongamos que me llamo Ishmael. Hace algunos años, sin precisar cuántos, encontrándome apenas sin dinero y no teniendo nada que hacer en tierra, sentí deseos de navegar nuevamente y de volver a ver el mundo del agua. Es mi manera de curarme del aburrimiento y de purgarme la sangre".

Si el narrador no sale de viaje se suicidaría, su deseo de aventura lo lanza hacia la vida. Estar estático en la tierra sería fatal.

Es una idea muy compleja para una persona joven que se acerca a esta novela. Definitivamente el libro de la ballena que yo leía era el cuento contado por Condorito.

Moby Dick es la novela del mar; es más es la novela del puerto. Una novela que empieza con una visión de Manhattan: " Mirad vuestra ciudad en la isla de Manhattan, rodeada de muelles como un arrecife de coral. El comercio la envuelve como si fuese espuma. A derecha a izquierda, todas las calles desembocan en el mar. El punto extremo de los barrios bajos es la Batería, cuya noble avanzada es bañada por las olas y refrescada por las brisas que, apenas unas horas, no sabían lo que es la tierra.

¡Mirad a toda esa multitud de gentes que sienten el deseo del mar! Pasead por lo alrededores de la ciudad en una somnolienta tarde dominical...¿Qué es lo que véis? Centinelas silenciosos, miles de hombres inmóviles, que sueñan con el mar. Algunos se acodan en las estacas o se sientan en los extremos de las escolleras, mientras que otros, por encima de los parapetosm contemplan los barcos que vienen de la China..."

Yo me reencuentro con este narrador que dice " me siento continuamente aquejado por la eterna comezón de las cosas lejanas".

Los libros siguen esperando un destino y no sé qué hacer con ellos. En qué sitio podrán descansar definitivamente. "Me gusta navegar en los mares prohibidos y recalar en las costas salvajes".

Lo que para unas personas es una aventura, para otras puede ser algo aburrido. Contar una historia sobre un barco y una búsqueda, eso es Moby Dick. Herman Melville sabía que la gran ballena era una excelente pretexto para contar la vida.

Definitivamente este Moby Dick no volverá a los cartones. He decidido rescatarla del olvido de la muerte para que habite mi biblioteca.

4 comments:

  1. Anonymous10:31 AM

    Las cajas de cartón solo deberían servir para mover los libros cuando nos mudamos. Si no es así, se convierten en tumbas húmedas que los condenan al olvido. Qué bueno que Moby Dick habite tu biblioteca, pero mejor aún que habite en ti.

    ReplyDelete
  2. Digamos que sí, sobre todo porque de verdad en mi biblio no hay nada que no me habite. No suelo coleccionar libros, por así decirlo. Solo tengo los que llevo conmigo a cualquier sitio, de hecho tengo más libros pero los he ido dejando poco a poco.
    Gracias por el comentario.

    ReplyDelete
  3. Fascinante comentario y reflexión. Gracias.
    RDB

    ReplyDelete
  4. RDB, por los encuentros, que de ahora en adelante espero que no escaseen. Empezaré a publicar más.

    ReplyDelete

Di lo que quieras... o casi todo...