Friday, August 07, 2009

Irina Palm

El mundo del trabajo suele enmarcar a las personas que tienen una edad determinada. Más allá de estos límites y millones de personas que ya no son consideradas productivas, por obvias razones. La edad suele disminuir ciertas facultades físicas.
Irina Palm es una perspectiva diferente para abordar la problemática del trabajo. Del trabajo sexual, sobre todo. Un trabajo que siempre es visibilizado desde el punto de vista de, o los derechos de las mujeres, o los abusos que sufren las mujeres, pero que rara vez se enfoca como una profesión. Y la prostitución es legal, está regulada, y es practicada por millones de mujeres alrededor del mundo.
¿Cuál es el futuro de una mujer, por ejemplo, que elige a la prostitución como fuente de ingresos? ¿Cuánto tiempo de vida productiva puede sostener?
Una abuela de una población a las afueras de Londres ve cómo su nieto agoniza y decide ingresar a estos "bajos fondos", sin reparar en un descubrimiento único. Una nueva habilidad.

Tuesday, August 04, 2009

¿Quién dijo miedo?


La verdad es que el sueño y yo nunca hemos sido amigos. Secretamente lo envidio, pero de la boca para afuera digo que soy de esas personas que duermen poco.

Hay condiciones que hacen que una duerma mejor, o sea el sueño, el mal dormir, la cama, la pareja. Todo puede atentar y al mismo tiempo motivar el sueño.

Hace tiempo cuando tuve peste de insomnio acudí a donde una sicoanalista y le dije: No puedo dormir, estoy verdaderamente desesperada. Ella me miró y me dijo: ¿Cuántos años tienes? Yo creo que tenía 30 por esa época, y me diagnosticó:mmm yo creo que es la edad y la pareja.

Con el signo de interrogación que se leía en mi cara no quise preguntar, pero ella completó que a veces ya se necesita dormir al lado de alguien.

La sicoanalista no se refería necesariamente a una pareja real, sino a cualquiera que compartiera la cama conmigo. Y me puse a meditar y sí, cuando alguna amiga se quedaba a dormir yo dormía como un roble viejo, con bastante profundidad, pero si no, era casi imposible.

Más adelante comprobé que efectivamente la pareja me permite dormir. Aunque no necesariamente se duerma.

La cuestión es que compartir la cama es una cosa seria y peligrosa. Hace poco me puse a pensar que pude compartir una cama y un sueño, o sea dormí, y dormí muy bien. Y entonces algunos días después reparé en que me dio terror. Me dio terror encontrar un compañero de sueño. Me dio terror pensar que efectivamente, el sueño había sido reparador, etc, etc, etc, etc... Así que hice una clásica huida y cuando ya estuve en mi apreciado super colchón pensé...¿quién dijo miedo?

A veces, comprobar, que no hay miedo a casi nada, también me produce un sueño reparador. Así que por estos día ando buscando una cama, no importa cómo sea, solo que me permita dormir ya no en el piso...que en la variedad está el gusto.